La historia de Pigmalión y Galatea ha sido popular a lo largo de la historia y ha sido retratado en numerosas obras de arte, teatro y literatura.
Es conocida como una historia de amor y de la transformación de una escultura en un ser humano. Además, se ha interpretado como una reflexión sobre la percepción y el poder de la creación artística.
El Efecto Pigmalión es el fenómeno por el cual las altas expectativas de los profesores hacia sus alumnos conducen a un aumento del rendimiento de éstos.
El término "efecto Pigmalión" fue acuñado por Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en 1968, basándose en un personaje ficticio llamado Galatea, creado por el poeta griego Ovidio.
Al principio, este personaje no era más que un bloque de piedra que el escultor Pigmalión talló en una estatua de Afrodita (la diosa griega del amor).
Pero entonces, tras enamorarse de su creación, reza a Afrodita para que le dé vida. Y ¡voilá! La historia termina felizmente for ever and ever.
- ¿Qué es el efecto Pigmalión?
- La importancia del efecto Pigmalión en la educación
- La motivación de los niños
- Algunas formas para motivar a los niños
- Cuando un profesor tiene grandes expectativas en sus alumnos y espera que trabajen duro, normalmente lo hacen
- Cuando un alumno espera trabajar duro, normalmente lo consigue
- ¿Cuál es el efecto Pigmalión en la Educación?
- Conclusión
¿Qué es el efecto Pigmalión?
El efecto Pigmalión es un término que describe el fenómeno que se produce cuando los profesores o los padres tienen grandes expectativas para sus alumnos y éstos las cumplen.
En pocas palabras, si esperas que alguien vaya bien en la escuela, es más probable que vaya bien en la escuela.
Lo contrario también es cierto: si crees que un alumno fracasará, probablemente fracasará.
Este efecto fue descrito por primera vez por el Dr. Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en su estudio de 1968 sobre las escuelas de San Francisco y los niños de guardería a los que se enseñó a identificar ciertas palabras utilizando tarjetas de vocabulario:
“Los alumnos de los que se esperaba un mejor rendimiento obtuvieron mejores resultados en los exámenes que los que no recibieron ningún tipo de formación de este tipo”
Esto no sólo se limita a la educación; las personas pueden experimentar este fenómeno en cualquier situación en la que la percepción influya en la realidad.
Por ejemplo, si crees que le gustas más a tu jefa que a otro empleado porque te da más comentarios positivos (sin que ella lo sepa), ¡entonces puede que le guste más trabajar contigo que con otros empleados!
La importancia del efecto Pigmalión en la educación
El efecto Pigmalión es uno de los fenómenos más importantes de la educación. Es un fenómeno que demuestra cómo las expectativas de un profesor sobre sus alumnos pueden afectar al rendimiento de éstos.
La base del efecto Pigmalión es que cuando los profesores esperan que algunos de sus alumnos rindan poco, a esos alumnos no les suele ir bien en el Colegio.
Eso no significa que esos chicos sean menos inteligentes que sus compañeros, sino que tienen expectativas más bajas para sí mismos y les cuesta más cumplirlas.
Por el contrario, cuando los profesores tienen grandes esperanzas en el éxito de sus alumnos, esos niños tienden a rendir académicamente mucho más de lo esperado en función de los niveles de rendimiento anteriores y de las evaluaciones de sus capacidades (que suelen estar sesgadas en contra de los grupos minoritarios).
La mejor manera de utilizar este conocimiento como padre o educador es comprendiendo el papel que desempeña en su propia educación:
Si alguien tiene grandes esperanzas en tu éxito académico pero tú no te esfuerzas lo suficiente en las tareas escolares -ya sea porque te crees incapaz o porque sientes que no merece la pena esforzarse-, entonces no te beneficiarás de lo que podría haber sido una excelente oportunidad.
La motivación de los niños
Seguro que ha oído hablar del efecto Pigmalión, pero ¿sabe lo que es? Veamos en qué consiste este fenómeno y cómo puede afectar a la educación de su hijo.
El efecto Pigmalión, o efecto Rosenthal, se refiere a la idea de que nuestras expectativas sobre las personas influyen en su comportamiento. Esto se ha demostrado en múltiples estudios a lo largo del tiempo, incluido uno realizado por Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en 1968.
En este estudio, se informó a los profesores de que ciertos alumnos habían sido identificados como “bloomers” por sus logros académicos anteriores.
En realidad, habían sido elegidos al azar. Los profesores valoraron muy positivamente a estos alumnos a lo largo de su carrera escolar, aunque no obtuvieran mejores resultados que otros alumnos que no habían sido etiquetados como “bloomers”.
Algunas formas para motivar a los niños
Si eres padre o profesor, aquí tienes algunas formas de motivar a los niños:
- Hacer comentarios positivos: esto puede ayudar mucho a fomentar la autoestima y la confianza del niño, lo que puede mejorar su rendimiento escolar.
- Establecer objetivos para el niño: Saber lo que quieres que consigan y tener metas claras facilita que los niños y adolescentes se centren en su trabajo y se motiven cuando ven los resultados de su esfuerzo.
- Haz que el aprendizaje sea divertido: utilizando métodos creativos y nuevas tecnologías, como juegos de móvil o juguetes interactivos que enseñan a los niños mientras juegan con ellos.
- También puede considerar la posibilidad de crear un entorno propicio para el aprendizaje: creando una atmósfera acogedora en la que los niños se sientan cómodos y quieran ir a menudo en lugar de pasar el rato en otro sitio donde pueda haber distracciones como pantallas de televisión, etc., que les harían perder el interés rápidamente.
Cuando un profesor tiene grandes expectativas en sus alumnos y espera que trabajen duro, normalmente lo hacen
El efecto Pigmalión, como ya hemos comentado a lo largo de este artículo, trata por tanto de ser las expectativas de los profesores que tienen influencia en el rendimiento de los alumnos.
Cuando un profesor tiene grandes expectativas en sus alumnos, espera que trabajen duro, y su influencia normalmente hace que sean constantes y se esfuercen.
Esto también puede aplicarse a otras situaciones fuera del aula en las que se dice a las personas que van a rendir bien en una materia, como tocar un instrumento o practicar un deporte.
Las personas tienden a cumplir y superar estas expectativas cuando creen en sí mismas por lo que otros les han dicho sobre sus capacidades.
Cuando un alumno espera trabajar duro, normalmente lo consigue
Cuando una alumna espera esforzarse, suele hacerlo. Cuando los profesores tienen grandes expectativas para sus alumnos, éstos suelen cumplirlas y superarlas.
El efecto Pigmalión es el fenómeno por el cual las personas rinden más cuando creen que los demás esperan que lo hagan bien.
Es importante en la educación porque puede motivar a los niños a aprender y rendir más de lo que lo habrían hecho de otro modo, sobre todo si proceden de un entorno en el que se ha subestimado o ignorado su potencial.
El efecto Pigmalión fue observado por primera vez por el psicólogo Robert Rosenthal en 1968, cuando estudió las expectativas de los profesores de primaria sobre sus alumnos basándose en las puntuaciones obtenidas en pruebas estandarizadas como los exámenes de cociente intelectual y las pruebas de rendimiento (que miden el progreso académico).
Descubrió que cuando los profesores creían que determinados alumnos eran inteligentes y capaces, esos alumnos tendían a obtener puntuaciones más altas de lo esperado, ¡incluso si la información sobre lo inteligente o capaz que era el alumno había sido fabricada por los propios investigadores!
¿Cuál es el efecto Pigmalión en la Educación?
Robert Rosenthal y Lenore Jacobson en 1968 tomaron a algunos alumnos de cada curso y les dijeron que habían sido especialmente seleccionados por su capacidad intelectual y que se esperaba que obtuvieron buenos resultados en los próximos exámenes.
A estos niños les fue mucho mejor que a los que no se les dijo esto: sacaron mejores notas en los exámenes, obtuvieron mejores calificaciones e incluso disfrutaron de una mayor autoestima.
Se ha demostrado la eficacia del efecto Pigmalión en diferentes países y culturas a lo largo de décadas.
De hecho, el efecto Pigmalión se ha extendido tanto que los profesores lo suelen utilizar para explicar por qué algunos grupos de estudiantes tienen más éxito que otros: si esperas que esos alumnos tengan éxito académico, probablemente lo tendrán gracias a tus expectativas positivas.
Conclusión
Por tanto, podemos concluir que el efecto Pigmalión es una profecía autocumplida.
Es una idea sencilla, pero que tiene implicaciones importantes en la forma en que nos vemos a nosotros mismos y a los demás, así como en la forma en que los tratamos.
El efecto Pigmalión es una poderosa herramienta para los profesores.
Cuando se tienen expectativas altas para los alumnos, éstos suelen cumplirlas y superarlas. Cuando esperas que tus alumnos trabajen duro, normalmente lo hacen.
Espero que después de leer este artículo sobre el Efecto Pigmalión, puedas utilizar esta herramienta con tus hijos, en tu clase o con cualquier grupo de personas que trabajen juntas para conseguir un objetivo común.
-
¡Wow! Nunca había oído hablar del efecto Pigmalión. ¡Qué interesante! ¿Ustedes creen que realmente afecte la educación de los niños?
Deja una respuesta
¡Wow! Nunca había oído hablar del efecto Pigmalión, pero suena super interesante. ¿Alguien más lo conocía?