¿Has tenido alguna vez la experiencia de sentarte a estudiar y darte cuenta de que lo único que vas a conseguir es perder el tiempo?
En ese momento, si no has planificado, estás a merced de tus sentimientos, y sin un plan, tus sentimientos suelen ganar.
Vayamos directamente al grano. Lo principal que debes sacar en claro es que la concentración es una cuestión de práctica. Puede aumentarse mediante el entrenamiento e incluso dominarse a través de una adecuada filosofía de trabajo y de vida.
A continuación, te voy a proporcionar tres ejercicios específicos que, si los realizas con regularidad, te ayudarán a aumentar tu concentración rápidamente.
1. Organízate
Esto es importante. Cuando intentes concentrarte en algo, tienes que asegurarte de que tu entorno es propicio para ello.
- Asegúrate de que tiene todos sus materiales delante y listos antes de empezar a estudiar. De esta manera, podrás concentrarte en la tarea que tienes entre manos en lugar de buscar las cosas.
- Elimina las distracciones. Apaga el teléfono y el ordenador, guarda las revistas o los libros que no estén relacionados con la tarea que estás realizando y cierra las puertas o las cortinas si hay demasiado ruido exterior.
- Prepárate mentalmente. Una forma de hacerlo es escribir lo que vas a estudiar y el tiempo que te va a llevar; esto te ayudará a mantenerte concentrado en la tarea.
- Escoge un momento del día que te venga bien. Algunas personas prefieren estudiar por la mañana, antes de ir a la escuela o al trabajo. A otras les gusta hacerlo por la noche, después de cenar o cuando sus hijos están dormidos. Encuentra lo que mejor te funcione y sigue con ello.
2. Prepárate de antemano con tu material de estudio
Busca un lugar tranquilo donde puedas estudiar.
Cuanto más material tengas que leer, más difícil te resultará recordarlo todo de una vez. Divide tu tiempo de estudio en segmentos más pequeños y céntrate en un tema cada vez.
Identifica las áreas en las que necesitas ayuda y céntrate en ellas primero. Si estás estudiando para un examen, asegúrate de que tus apuntes están completos y actualizados antes de empezar a estudiar.
Antes de empezar a leer, piensa en lo que quieres aprender.
- ¿Cuál es la idea principal del pasaje?
- ¿Quiénes son los personajes de la historia?
- ¿Cómo interactúan entre ellos?
- ¿En qué te vas a centrar cuando leas este material?
Consulta el programa del curso y decide qué necesitas aprender. Si es posible, lee el material antes de la clase.
Esto te ayudará a centrar tu atención en lo que es importante y a ahorrar tiempo durante la clase. Si no puedes hacerlo, léelo cuando llegues a casa desde la escuela o el trabajo.
Si hay una información determinada que sabes que aparecerá en el examen o prueba, asegúrate de leerla de antemano para que, cuando aparezca de nuevo durante el examen, no estés dando vueltas tratando de encontrarla.
Haz siempre lecturas ligeras previas a la sesión de estudio.
3. Continúa con tus ejercicios de concentración mental
Aunque el estudio en sí mismo puede ser mentalmente agotado, hay formas de mantener la mente activa mientras trabajas con los libros de texto o las fichas: intenta meditar o hacer ejercicios de respiración cuando las cosas se ponen difíciles.
Te ayudará a mantener tu cerebro centrado en lo que más importa: aprobar el examen.
Establece un horario de estudio. Si te estás preparando para un examen que tiene varias partes, puede ser difícil saber cuánto tiempo debes dedicar a cada sección.
Para mantenerte en el buen camino, reserva la misma cantidad de tiempo cada día para estudiar y cúmplelo, incluso si crees que aún no tienes suficiente información.
Duerme lo suficiente. Tu cerebro necesita dormir para funcionar de forma óptima, así que no escatimes en horas de sueño.
Intenta dormir al menos 8 horas de descanso ininterrumpido cada noche y trata de levantarte a la misma hora todos los días, aunque eso signifique despertarte antes de lo normal.
Aprender algo nuevo. Hay gente que piensa que estudiar para un examen es lo mismo que estudiar para una prueba: se trata de memorizar información y que puedes olvidarte de cualquier otro aspecto del aprendizaje. Pero esto no es cierto en absoluto.
Puedes seguir aprendiendo mientras te preparas para un examen, sólo tienes que encontrar algo que te interese.
Cuando termines de estudiar, tómate un descanso. Tu cerebro te lo agradecerá.
-
¡Estos ejercicios son un salvavidas! Me encanta el consejo de organizarse, ¡nunca se me habría ocurrido!
-
¡Me encantaría probar estos ejercicios! A ver si realmente funcionan o son puro cuento. ¡A concentrarse se ha dicho!
-
Yo creo que esos ejercicios son una pérdida de tiempo. Mejor tomar una siesta.
-
No estoy de acuerdo contigo. Los ejercicios son una excelente manera de mantenernos en forma y mejorar nuestra salud. Una siesta puede ser relajante, pero no sustituye los beneficios de hacer ejercicio. Cada uno tiene sus preferencias, pero no menosprecies el valor de mantenernos activos.
-
-
¡Organizarse es clave! Pero, ¿quién necesita material de estudio? ¡Solo con Netflix basta!
Deja una respuesta
¡Estos ejercicios suenan geniales! ¡Definitivamente los probaré para mejorar mi concentración!